sábado, 24 de junio de 2023

24 JUNIO 1838 - NACE EL TENIENTE CORONEL PEDRO RUIZ GALLO

 24 de junio de 1838, el Teniente Coronel Pedro Ruiz Gallo, nació en la Villa de Eten en la provincia de Chiclayo en 1838. Sus padres fueron el Coronel español Pedro Manuel Ruiz y Juliana Gallo.

A los 11 años de edad, tuvo el infortunio de quedar huérfano de padre y madre, lo que obligó a abandonar su pueblo natal y dirigirse a la ciudad de Chiclayo, donde se desempeñó como ayudante de relojero, actividad que le interesaría toda su vida.

A los 15 años, se traslada a la ciudad de Lima y sienta plaza como Cadete del ejército, iniciando una reconocida trayectoria militar.


La vida de Pedro Ruiz Gallo, fue ejemplar y múltiple en diversas actividades que puso al servicio del Perú, tanto en épocas de paz como en la guerra. Fue militar participó en el combate del 2 de mayo de 1866, y luego en la GDP donde encuentra la muerte el 24 de abril de 1880, cuando se encontraba trabajando en el desarrollo de torpedos para ser empleados para atacar a las naves invasoras. Meses después, el 13 de setiembre de 1880, su trabajó que fue continuado por otros inventores, permitió que un torpedo desarrollado por el Ingeniero Manuel Cuadros, logró hundir a la corbeta Covadonga, que bloqueaba el puerto de Chancay; fue mecánico; músico creando instrumentos como la vihuela y el violencello armónico; fue pintor; médico, creador de una vacuna contra la viruela y fiebre amarilla ;fue explorador en la búsqueda de rutas hacia el Amazonas y el Atlántico ; fue precursor de la aviación mundial, en 1872 un aparato de su invención realizó un vuelo en la pampa de Amancaes y al aterrizar se fracturó la pierna; fue escritor donde detalló sus principios sobre la navegación aérea, y sobre todo fue inventor, faceta en donde llegó a construir 2 célebres relojes, el primero para la Catedral de Chachapoyas, y el segundo, la obra monumental, el denominado “Gran Reloj de Lima”, su obra maestra de once metros de altura, que fue instalado en el Parque de la Exposición, a fines de 1870 o inicios de 1871, y que fuera inaugurado en la Feria de la Exposición que se inició en Lima el 1° de julio de 1872, y se convirtió en una de las principales atracciones de Lima.




CONSTRUCCION DEL GRAN RELOJ DE LIMA 


Sin embargo, para Pedro Ruiz Gallo, la construcción del reloj, no estuvo exenta de problemas, debido a que para su desarrollo, utilizaba sus propios recursos, provenientes de su modesto sueldo como oficial del ejército, y a pesar de ello, fue avanzando en su construcción, que despertó el interés de la prensa, que iba informando sobre el desarrollo del reloj, así como de sus características que lo mostraban como una obra singular para la época y comparable con relojes que existían en Europa, sin embargo hacían notar, de los problemas económicos del autor, indicando lo siguiente: “ Tenemos entendido que el escaso sueldo de su clase no le permite realizar pronto su pensamiento ; así que no dudamos que el Jefe Supremo y su Secretario de obras públicas, el ilustrado y progresista señor Quimper, le acuerden una protección tan eficaz como merecida”.


Hacia fines de 1866, se logró contactar a expertos relojeros, para que visiten su taller y que emitieran un informe sobre el reloj, siendo el informe el siguiente remitido al Sub Prefecto e intendente de Policía:


Señor Sub Prefecto e Intendente de Policía

S. S


Habiendo sido nombrado por Us. para examinar la obra de un reloj que construye el Sargento Mayor de Caballería de Ejército D. Pedro Ruiz, me constituí en la habitación de este Señor, que es donde se halla la obra, acompañado de cinco de mis colegas y otras personas inteligentes en materia, para dar cumplimiento a las órdenes de Us.


Después de una visita de dos horas y de un examen minucioso del plano y de una gran cantidad de piezas ya fabricadas, la comisión compuesta de los abajo firmados, opina: que, aunque por el plano presentado, no se puede formar juicio exacto, como si la máquina estuviera funcionando, por las explicaciones del autor, el trabajo de los modelos y los intachables engranes ya hechos, no dudamos que pueda llevarse a su término con buen éxito, dado los requisitos que se ha propuesto el constructor en este reloj de grandes dimensiones, que será el primero que se conozca en el país.

El Señor Ruiz está en aptitud de responder de su obra a las autoridades y suministrar todos los datos que se le pidan, y la comisión cree llenar un deber recomendando a ese caballero por haber emprendido una obra que honrará su nombre y las artes de su patria; y esperamos que, si se le proteje, concluirá pronto, dando despues6a luz algunas novedades dignas de elogio y administración. Es cuanto podemos informar en justicia. Lima, Diciembre 16 de 1866.

El Presidente – Constant Perret - Isidro Grand - Jean - Federico Mezener - Guillermo Eppuer - Jorge Perusset - Julio Brandt - Ernesto Brandron.


Con el referido informe, la Sociedad de Artesanos, informó el 14 de enero de 1867 al Jefe Supremo de la Nación, (Al Coronel Mariano Ignacio Prado), que el señor Ruiz había resuelto obsequiar el reloj al país, y solicitaba un anticipo de los haberes de su clase de 4,000 soles, y que la Sociedad de Artesanos, se constituían como fiadores, hasta la cancelación del monto solicitado.

Días después el gobierno emitió un decreto supremo, en virtud del cual autorizaban adelantar tres sueldos, que le serían descontados en la cuarta parte hasta su cancelación total.


DECRETO SUPREMO

Atendiendo a las razones que expone la Sociedad de Artesanos, que representa, y no permitiendo las actuales circunstancias del Erario Nacional hacer adelanto como el que se solicita, pase a la Secretaría de Hacienda, para que ordene qué por la Tesorería Departamental sólo se den, en calidad de suplemento, al Sargento Mayor Don Pedro Ruiz, tres sueldos, reintegrables en la cuarta parte de su haber mensual, hasta su total cancelación, y bajo la fianza de supervivencia que se ofrece por dicha Sociedad - Anótese en la Dirección de Contabilidad militar. - Rubrica de S. E. -  Bustamante.


Posteriormente, Pedro Ruiz, contestó agradeciendo a la Sociedad de Artesanos, por sus buenos oficios, pero indicando que lo adelantado era una cifra exigua y que solo cubriría la compra de algún material, la carta en mención fue la siguiente:


Señores Don Juan A. Zubiaga y Don Manuel I. Polo

Lima, Enero 25 de 1867

Señores

En virtud del Decreto supremo que en copia adjunto, y para seguir construyendo mi reloj, recibí ayer, de la Tesorería principal, un anticipo de 348 soles (435 $), correspondientes a tres sueldos de mi clase; cuya cantidad será descontada con la cuarta parte de mi haber.


Suma tan exigua, si bien prueba la aflictiva situación del Erario, bastará apenas para comprar algún material, y para que, por unos días, continúe lentamente el trabajo. La he recibido, sin embargo, con repugnancia, y mas que con este fin, por que la Sociedad vea con cuanta gratitud acepto lo que por ella obtengo.


Dígnense, señores comisionados, dar cuenta a mis consocios de esta nota; quedándoles yo a UU. Muy obligado por la actividad e interés que desplegaron en mi favor, interpretando tan bien, cerca de S. E., los deseos y esperanzas de la Sociedad de Artesanos.


Pedro Ruiz.

Está situación, obligó a Pedro Ruiz, a escribir el siguiente comunicado en donde mencionaba los problemas que tenía para seguir con la construcción del reloj, el título de su comunicado era “¿QUE HARÉ?


¿QUE HARÉ?

Amante de las glorias y del engrandecimiento de mi patria, lo he esperado todo de la honradez y el trabajo; y creído siempre que cada uno debe hacer cuanto esté de su parte para servir al país.


Yo hasta hoy he obrado en tal sentido. Primero, soportando privaciones y miserias, y corriendo peligros en los bosques donde habitan los salvajes; y después, ofreciendo gozoso al pueblo algún pobre fruto de mi sudor y fatigas; pero con la idea fija en el porvenir, y pretendiendo solo la gratitud y el aprecio de mis conciudadanos. Esta ha sido mi única aspiración, este móvil exclusivo de mis empresas. A las espediciones que se hicieron al Amazonas puso término la falta de recursos ; y mis rudas y queridas labores acabarán quizá por falta de hierro y de bronce, mas no por cansancio ni falta de espíritu.


Todos saben que construyo un reloj: muchas personas han honrado mi domicilio por ver y examinar las piezas :la Sociedad de Artesanos consiguió de la munificencia del Jefe Supremo se me anticipen 435 pesos, cuando se necesitaban 6, 000; palabras lisonjeras han halagado mis oídos, y algunos me alientan para que siga adelante. Pero ¿cuáles son mis recursos? ¿Cuáles los medios de que dispongo ahora? - Un sueldo escaso y comprometido para la misma obra ; un sueldo insuficiente aun para vivir con ciertas comodidades ; un sueldo del cual, en verdad, nada percibo.

Yo he sufrido y sufro resignado, pero esta indiferencia es harto triste y desconsoladora, y puede curar a los peruanos de su amor a las artes, haciéndoles conocer por mí, que la peor tentación en el país es la de adquirirse un nombre siendo útil a los demás.

Mi reloj no aliviaría al pueblo ni mejoraría su condición, es cierto ; pero él puede ser un estímulo para el trabajo y probar el estado de la industria nacional ; él puede servir de termómetro al extranjero para saber si aquí se hace caso de las artes y los artistas, y si los gobiernos se ocupan de ellos; él puede servir para que se juzgue, si el Perú es o no un pueblo Español ; y si deban aquí consumirse siempre en las luchas civiles las fuerzas, los tesoros y la sangre (*)

Lima, Febrero 5 de 1867

Pedro Ruiz


(*) Desalentado publiqué este artículo ; que lo hago reimprimir por si despierta la indiferencia de algunos.

Posteriormente, 23 días después, escribió otro comunicado a la opinión pública, mencionando que había llegado al extremo de solicitar ayuda pública, e invitaba a los interesados a visitar su casa, donde elaboraba el reloj, para que pudieran ver los avances del mismo, y que además ofrecía que los suscriptores, serían nombrados en los periódicos de la ciudad.


AL PUBLICO


Hace algún tiempo que emprendí la construcción de un reloj de gran tamaño y de nueve esferas, con cuadros históricos, que midiese el tiempo y marcase todas sus divisiones.

Al dar principio a esta obra, lleno de entusiasmo, resuelto a consagrar a ella mi sueldo y mis fuerzas, ni creí encontrar obstáculos insuperables; pues siempre me prometía la protección del Gobierno, y contaba con la ayuda de mis compatriotas en un caso extremo.


Este ha llegado.


Del Tesoro deficiente apenas si me han podido dar dos o tres meses anticipados de mi haber de mi clase, descontándolos con la tercera parte. La Sociedad de Artesanos solicitó de S. E. el Jefe Supremo protegiese mi obra, dando cuatro mil soles, y solo se decretaron cuatrocientos y pico de pesos por las angustias del Erario. Así que, en la actualidad, concluidas muchas piezas, me es imposible continuar, si las personas amantes de las artes no toman bajo su amparo mi pobre reloj.


A esto conduce la suscripción abierta y encabezada por la Sociedad de Artesanos, que no ha querido fracase mi trabajo por falta de recursos. Pero esta suscripción, si tuviese otro carácter que el de un empréstito, sería contraria a mi delicadeza y a las miras que me propuse; y hubiera preferido más bien suspender o abandonar la obra.


Las señoritas o señores que se interesen, pues, por la conclusión del reloj erogaran cualquier suma, recibiendo el correspondiente recibo, y publicándose en los diarios su nombre y monto de su suscripción.


Para que no duden del buen éxito hago publicar algunos documentos, que manifiestan que hay algo que vale para mí mas que el dinero :- el engrandecimiento y progreso de mi patria y el aprecio de mis conciudadanos. No los imprimo por vanidad, pues yo mejor que nadie se cuanto disto de merecer esos elogios de la amistad o del favor : solo me propongo que sirvan de comprobante de que no se procura alucinar o estafar, como pudiera pretenderlo la maledicencia.

Las personas que deseen ver las piezas pueden pasar a mi domicilio - Plaza de Bolívar, N. 223.

Lima, Febrero 28 de 1867


Pedro Ruiz.




Al parecer su comunicado surgió efecto, y según Basadre el diario El Comercio del 10 de junio de 1867, decía lo siguiente sobre su obra: "El reloj del Señor Ruiz es un monumento que honraría a cualquier nación. En Roma habría sido coronado y agasajado por príncipes y opulentos señores. En París se le hubiera proporcionado ingentes sumas; un título honorífico habría recompensado sus desvelos en Londres ; en todas partes el señor Ruiz habría sido alentado y auxiliado; solamente en el Perú se deja batallar al genio, aislado y desamparado, sirviendo cuando más de objeto de curiosidad ".


Así mismo, algunos diputados también se acogieron y el 1 de julio el representante por Jaén, Juan Luna, presentó un proyecto de ley con la finalidad de pedir especial protección para el inventor, y que fuese enviado a Europa con el objeto de perfeccionar sus conocimientos durante cuatro o cinco años.


Pedro Ruiz, agradeció al diputado por la iniciativa del proyecto de ley, sin embargo le solicitó que elimine del proyecto, lo referente a su envío a Europa, indicando "Solo quiero la protección de mi obra y nada más. Yo nací en el pequeño pueblo de Eten; no había allí ni una escuela de primeras letras; muy niño perdí a mi padre y al poco tiempo tuve el dolor de ver a mi madre separase de mi lado para volver al centro de donde salió.


Desconocido de todo el mundo, salido de una esfera ¿tan pequeña, ¿qué se puede esperar de mí como se ha dicho, mandándome a Europa? No. Nada para mi persona. Lo que anhelo es ver terminada pronto mi obra, por eso es que pido protección para emprender otras concepciones que tengo apuntadas y que, de un modo más positivo, serán de verdadera utilidad para mi país, y por eso es que aspiro a concluir mi trabajo actual, para que se me conozca de cerca y se me juzgue si el joven que pasó los mejores días de su vida en solitarias márgenes de Eten, puede cumplir su palabra una vez comprometida. "


La obra quedó paralizada en 1867 por la guerra civil, y luego al llegar al gobierno José Balta en 1868, visitó el taller donde trabajaba Pedro Ruiz y en diciembre de ese año, se dictó una resolución legislativa del 11 de diciembre de 1868, y se ordenó que el Estado ayudará económicamente al Sargento Mayor Pedro Ruiz, para que concluya su obra.

Pedro Ruiz Gallo, logró finalizar su obra y el gobierno nombró una comisión para examinar el reloj, el diario La Sociedad, del 12 de diciembre de 1870, publicó el informe de la comisión, que se transcribe a continuación: 

Reloj del señor Ruiz - La comisión nombrada por el gobierno para examinar el reloj construido por el señor Don Pedro Ruiz, ha expedido su informe en los términos mas favorables a dicha obra y altamente honroso para el constructor.

La comisión dice que es una obra perfecta y que promete larga duración ; que la regularidad de su marcha está garantizada por la exactitud matemática de sus proporciones y que la variedad de sus movimientos no impide la precisión de ellos, porque cada uno depende de un motor aparte, sabiamente combinado con el todo.

La comisión concluye su informe con las siguientes palabras :


“Esta obra será, señor Ministro, una de las que mas honor hagan al país y al ingenio de sus habitantes, y lo que el reloj astronómico de Strasburgo es para la Europa artista, será el reloj del señor Ruiz para la América, que empieza a producir de afición lo que en otros países es el fruto de muchos siglos de esperiencia.

La comisión, cree cumplir un deber de justicia recomendado a la consideración del supremo gobierno la obra y su distinguido autor, y está seguro de que en cualquier país donde protejan las artes, merecería un premio como estímulo a nuevos adelantos”.

La construcción del reloj, duró cerca de seis años, y en ella se gastaron 31,334 soles; Ruiz Gallo recibió del Estado solamente la suma de 21 mil soles, la diferencia de poco más de 10 mil soles, la tuvo que financiar el autor, con diversos préstamos, lo que originó, que el 31 de marzo de 1871, Pedro Ruiz Gallo, enviará una carta al Sr. Nicolás de Piérola, solicitando que el Estado pueda abonarle la diferencia, porque tenía compromisos que cumplir con diversos proveedores, que solicitaban su pago, y así librarse de la vergüenza a la que estaba expuesto.


Lima Marzo 31, 1871


Sr. Don Nicolás de Piérola

Ministro de Hacienda


Señor Ministro

Cuando estuve donde el señor Fuentes a acordar el modo de trasladar y dar colocación al reloj que he construido, vi que el secretario de Ud. fue a pedir a otro señor un libramiento de nueve mil soles para despacharlo. Esta circunstancia me ha decidido a dirijir a Ud. la presente, para suplicarle que, deponiendo la antipatía que mi persona tal vez, le inspira, se fije Ud. en la obra de un artesano para que apreciando su importancia, la proteja Ud., porque en mi concepto, es protejerla, ordenar el pago del saldo de su valor total, librando con esto a su autor, de la desesperación y aburrimiento en que lo tienen los acreedores por materiales que tomó al crédito para su construcción.


Ud. que ha manifestado muchas veces su decisión franca por las artes y los artesanos, espero, que verá mi petición y me librará de la vergüenza en que me ponen mis acreedores con sus tan repetidos cobros.


No permita Ud. que maldiga el momento en que concebí la idea de construir un reloj con el que mi patria pueda llamar la atención del viajero europeo, no, señor Ministro, porque la justicia de mis quejas, se caerían sobre el gobierno de mi país.


Espero de Ud. que me haga este importante servicio que sabré agradecerle.


Con sentimientos de alto respeto me suscribo de Ud. su atento SS


Pedro Ruiz


La pregunta que queda por resolver es ¿SE LE PAGÓ LA DEUDA A PEDRO RUIZ GALLO”




En la Feria de la Exposición del año 1872, Pedro Ruiz Gallo, obtuvo el 2do Premio de honor para nacionales, por la construcción de su gran Reloj de Torre.

Finalmente, durante la ocupación de Lima, antes que el ejército invasor ocupe el Palacio de la Exposición, Pedro Ruiz Gallo, le arrancó algunas piezas al reloj, el cual no pudo ser puesto en funcionamiento por los chilenos, siendo desarmado y deteriorado, existen tesis que fue llevado como botín a Chile, y otras, de que fue destruido.




(Por Juan Carlos Saldaña Salmón)

Nota: Algunas partes del texto, son trascripciones de documentos de la época, se ha respetado la escritura y ortografía.

Referencias

- Jorge Basadre – “Historia de la República del Perú” – Tomo 8 – Páginas 117 a 123

- Biblioteca Nacional del Perú – “Gran Reloj Para Lima” – año 1867 – Imprenta de Francisco Solís

- Diario La Sociedad – Lima 12 de diciembre de 1870 – Biblioteca Nacional del Perú

- Carta de Pedro Ruiz a Nicolás de Piérola – 31 de marzo de 1871 – Biblioteca Nacional del Perú

- Catálogo de la Exposición Nacional de 1872 – Edición Oficial – Francisco A. Fuentes

Fuente Imágenes:

- Pedro Ruiz Gallo – Año 1871 – Biblioteca Nacional del Perú – Rafael Castillo

- Reloj de Pedro Ruiz Gallo – Archivo E. Courret – Biblioteca Nacional del Perú

- Al Público – Gran Reloj Para Lima – Biblioteca Nacional del Perú

- Diario La Sociedad

- Catálogo de la Exposición Nacional de 1872 – Edición Oficial – Francisco A. Fuentes

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