miércoles, 31 de mayo de 2023

¿CÓMO ERA GRAU, ABUELO?

 

 Cerramos el mes de mayo, hace unos días, recordábamos, que el 21 de mayo de 1879, sucedió el combate de Iquique entre naves de las fuerzas navales de Perú y Chile, como es de dominio público, en esa acción, el Monitor Huáscar hundió a la corbeta chilena Esmeralda, falleciendo su capitán Arturo Prat y otros marinos, en tanto que, en la tripulación peruana, murió el Teniente Jorge Velarde.

Con el hundimiento de la nave enemiga, 62 de sus tripulantes quedaron en el mar con riesgo de morir ahogados, lo que no sucedió, al ordenar el Capitán del Huáscar, Don Miguel Grau Seminario, el rescate de los náufragos, hermosa acción de humanidad que evidenció la grandeza moral de Miguel Grau y ejecutada ejemplarmente por la tripulación que estaba a su cargo. Posterior a esa acción, Grau tuvo la hidalguía, de devolver a la viuda del Capitán Prat, las pertenencias personales de su esposo, renunciando así, a prendas que cualquier militar, las hubiese podido retener como trofeos de guerra

Por estos, y otros hechos que realizó Miguel Grau durante el conflicto, trató de humanizar la guerra, por ello recibió el título de “Caballero de los mares”, y la definición que hizo el historiador Jorge Basadre, del peruano del milenio, resume lo que fue Miguel Grau, al decir: “Así como del carbón sale el diamante, así de la negrura de esta guerra sale Grau”.

El siguiente relato, poco conocido, no hace sino confirmar la grandeza que tuvo nuestro Gran Almirante Miguel Grau, por eso su imagen perdura a través de nuestra historia.

En el siguiente texto, se nombran a los participantes del relato, y al final del texto aparecen los créditos y la fuente de donde se obtuvo la información.

 

¿Cómo era Grau, abuelo?

El caso del poco conocido episodio que nos relata don Carlos F. Belevan Mesinas y que llega a él desde un testigo presencial del suceso, el teniente primero Diego Ferré Sosa, a través de su abuelo el capitán de fragata asimilado don Rubén Belevan Ruiz de Castilla.

Cuenta el episodio que, al salir de misa y como consecuencia de la pregunta ¿Cómo era Grau, abuelo?, este respondió:

"Después del hundimiento de la "Esmeralda" y el rescate de 62 de los náufragos, los que se encontraban a bordo del "Huáscar", Grau y algunos oficiales, entre los que se encontraba Diego Ferré, recorrieron el buque para conocer los daños sufridos en el combate. Al regreso de la toldilla, Grau observó a un marinero chileno de unos cincuenta años, que por las manchas de carbón debía ser fogonero, que lloraba quedamente. Grau se acercó y trató de calmar y consolar al hombre por la pérdida de sus compañeros y su nave, dirigiéndole animosas palabras, a lo que el chileno respondió "que no lloraba por la pérdida de sus compañeros y su nave, sino por la pérdida de todas sus pertenencias, entre las que se hallaban los ahorros de dos años de trabajo con los que iba a costear los estudios de su única nieta huérfana de padres". Grau lo mira, le palmotea el hombro y continúa su inspección, ordenándole a su ayudante, al que apartó a un lado, que llevase al lloroso prisionero a su cámara.

"Hízolo así Ferré, y ya en la cámara, Grau sacó de una cajita de madera de su cómoda veinte soles de plata, y entregándoselos al marinero chileno le dijo: "Lamento en el alma el daño que le he causado, le ruego me disculpe y acepte este dinero, esperando que él contribuya a la educación de su nieta". "El chileno mirando a Grau, recibió el dinero y le contestó: "Gracias señor, no me explico cómo en el Perú pueden enviar a la guerra a un hombre como Ud.", y salió a cubierta. "Ferré vio enrojecer a Grau, y cuando volteó la cara hacia él, este le dijo: "Señor Ferré, le prohíbo terminantemente que divulgue o comente lo que acaba de ver y oír acá". - Ahora, hijo, ya sabes cómo era Grau".

Diego Ferré Sosa, ayudante de Miguel Grau, y Rubén Belevan Ruiz de Castilla, fueron marinos lambayecanos, el primero contó lo sucedido a su paisano, cuando el Huáscar estuvo en el Callao, luego del combate de Iquique, incumpliendo Ferré, felizmente, lo que le prohibió Miguel Grau.

Fuente:

Tomado del artículo “Pinceladas de un héroe”

Autor, Contralmirante José García Valdivieso

Revista del Instituto de Estudios Históricos –Marítimos del Perú # 30 – 2011

Páginas 55 y 56.


El artículo original fue publicado en la Revista de Marina, en el número

correspondiente a setiembre-octubre del año 1988 

Fuente imagen: Eugenio Courret




martes, 30 de mayo de 2023

30 DE MAYO

 30 de mayo, recordamos efemérides, de 2 ilustres peruanos, el natalicio del Coronel Gregorio Albarracín y el fallecimiento del Mariscal Ramón Castilla.

1817: NATALICIO DEL CORONEL GREGORIO ALBARRACIN LANCHIPA – “EL CENTAURO DE LAS VILCAS”
30 de mayo de 1817, nace en la ciudad de Tacna el Coronel Gregorio Albarracín Lanchipa, quién durante su vida al servicio del Perú, participo en la Guerra entre Perú y Bolivia en 1842, estuvo presente en el combate del 2 de Mayo de 1866 y combatiente de la Guerra del Pacífico, vencedor en la batalla de Tarapacá, asistió a la batalla de Tacna y luego con activa participación en la campaña de la Breña.
En 1882, Albarracín se dirige a Tarata donde organiza una guerrilla con cien hombres.
Enterado del retorno de Albarracín a Tacna, el comando chileno envía al escuadrón "Las Heras" con 180 hombres al mando de José Francisco Vergara quien se dirige hacia Tarata a preparar una emboscada.
Con el fin de reconocer la avanzada chilena Albarracín y 12 guerrilleros, entre ellos su hijo el teniente Rufino Albarracín, se encuentran el 2 de octubre en Saucini con un pelotón chileno de 25 soldados a cargo del Capitán Matta.
Allí sucede el siguiente diálogo entre el Capitán Matta y el Coronel Gregorio Albarracín:
• (Capitán Matta) ¡Ríndase coronel Albarracín!
• (Coronel Albarracín) ¡Un coronel peruano no se rinde jamás!
• En el combate en Saucini mueren 15 chilenos y 9 peruanos entre ellos el Coronel Gregorio Albarracín y su hijo el Teniente Rufino Albarracín.
• Gregorio Albarracín, conocido como “El Centauro de las Vilcas” murió a la edad de 65 años. Sus restos y el de su hijo se encuentran enterrados en la Cripta de los Héroes.
Fuente: “Albarracín. El Centauro de las Vilcas” de Francisco Antonio Vargas Vaca
Fuente Imagen: Tomada del Libro “Albarracín. El Centauro de las Vilcas” de Francisco Antonio Vargas vaca.



1867 FALLECIMIENTO DEL MARISCAL RAMON CASTILLA Y MARQUESADO
30 de mayo de 1867, falleció el Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, quién llegó a gobernar el Perú en total 11 años y meses, en 4 oportunidades, siendo el mandatario con más tiempo en el poder, después de Augusto B. Leguía.
Castilla es considerado el primer presidente progresista e innovador de la República peruana, y a decir del historiador Jorge Basadre, con él empezó realmente el período republicano en el Perú.
La muerte lo sorprendió al Mariscal en la localidad de Tiliviche, Tarapacá, ya en territorio peruano, cuando regresaba del destierro en Chile, al que fue confinado por el General Mariano Ignacio Prado, por oponerse a su gobierno.
Ramón Castilla regresaba al Perú con el propósito de tomar por quinta vez las riendas del gobierno y sus últimas palabras fueron:
«Un mes más de vida Señor y haré la felicidad de mi patria, sólo unos días más».
Un poco más de un año después, en Julio de 1868, el gobierno ordenó el traslado de los restos del Mariscal desde la ciudad de Arica donde habían sido enterrados, encargándose a la Independencia y al Monitor” Huáscar, ya capitaneado por Miguel Grau, para tan memorable suceso.
Guillermo Thorndike, en su libro “Grau Caudillo, la Ley” relata lo siguiente:
Una vez en Arica, Manuel León, cura de Arica dijo “Aquí están los restos del padre de la patria que me fueron encomendados por su respetable familia. ¡Llegad y vedle!”
“Desde el miércoles, cada quince minutos disparaban un cañonazo los blindados peruanos. También saludaban los buques de Estados Unidos.
Terminados los oficios religiosos, un solemne convoy fúnebre había llevado a Castilla por el tren de Arica.
Comandantes y oficiales de todos los buques esperaban en tierra. Pueblo y naves con sus banderas a media asta, hasta los recuerdos se oscurecían bajo la enormidad del morro”.
“Grau saludó con su espada. Descanse finalmente, gran Mariscal. Ya nada más podía hacer por la república, a cuyo nacimiento había asistido”.
Continúa Thorndike “Pasadas las cuatro, el catafalco se embarcó con gran solemnidad. Viajaba en la popa de la Independencia, con guardia permanente. A las cinco y media zarpó el Huáscar por delante. A las seis y diez siguió la Independencia con el catafalco de Castilla. La cuidaba el Monitor.”
El viernes 17 de julio, llegaron al Callao, “Cinco cañonazos del fuerte Santa Rosa anunciaron que había llegado el gran Mariscal Castilla”.
“Grau volvió a saludar a Castilla cuando pasó en una falúa en la que iban de pie cuatro guardiamarinas, remolcada por la vapora de la fragata y seguida por botes en los que pasaban a tierra la comisión y el comandante General. Con su Estado Mayor” “En el Callao, el gran Mariscal La Fuente esperaba los restos de Castilla.
También Grau formó parte de la solemne procesión fúnebre que llevó el catafalco a la iglesia de Santa Rosa.”
Fuente: Guillermo Thorndike, “Grau Caudillo, la Ley” páginas 951 y 1009.
Fuente Imagen: Archivo del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú) no indica año. Tomado del libro "Grau Caudillo y la Ley" - Guillermo Thorndike.


lunes, 29 de mayo de 2023

29 DE MAYO

 

El 29 de mayo, se recuerdan 2 hechos en la historia del Perú, en el que tuvieron participación Nicolás de Piérola y sus partidarios.
1877: COMBATE DE PACOCHA
El 29 de mayo de 1877, se llevó a cabo el combate de Pacocha, entre la escuadra británica del Pacífico y el buque rebelde peruano monitor BAP Huáscar.
Días antes, un grupo de partidarios de Piérola, bajo órdenes del entonces Capitán de Fragata con licencia Luis Germán Astete, y de acuerdo con el oficial de guardia Bernabé Carrasco, abordaron el BAP Huáscar, anclado en el Callao, y se rebelaron contra el gobierno de Mariano Ignacio Prado.
El Huáscar se trasladó hasta el sur, llegando a Antofagasta, Bolivia, el 16 de mayo, donde abordó el buque Nicolás de Piérola, con un séquito de seguidores, entre los que estaba Guillermo Billinghurst, Piérola se proclamó como jefe supremo del Perú, y e hizo otros nombramientos, entre ellos, nombrando Comandante General de la Marina al Capitán de Fragata Luis Germán Astete.
En su incursión como nave rebelde, utilizaron el barco para hostigar a la navegación comercial, en especial contra barcos mercantes británicos, las autoridades británicas enviaron a la fragata HMS Shah y a la corbeta HMS Amethyst, bajo el mando del contralmirante Sir Algernon De Horsey, para capturar el barco con autorización y recompensa ofrecida por parte el gobierno peruano de Mariano Ignacio Prado.
El 29 de mayo las naves británicas se encontraron con el Huáscar frente a Pacocha, el Almirante De Horsey envió un emisario para que el monitor se entregue, sin embargo, recibió como respuesta que el Presidente estaba embarcado abordo, que no había cometido actos ilegales y que tampoco arriarían su bandera. El combate abarcó el intercambio de disparos y diversas maniobras por un lapso de tres horas y veinticinco minutos. Los tiros de los buques ingleses no pudieron causar daño al monitor. A las 5:30 p.m. El monitor pudo librarse de sus captores navegando bien pegado a tierra y a la población de Ilo.
Esta acción tuvo 2 repercusiones. Desde el punto de vista naval, fue la primera y única vez que un buque de la escuadra peruana pudo salir airoso en un combate contra buques de la Royal Navy. El contraalmirante De Horsey fue solicitado por el Parlamento Británico a raíz de este incidente, cuya noticia dio la vuelta al mundo y llenó de orgullo a los marinos peruano.
En el campo político, la acción se volvió muy popular ante todo el país por su enfrentamiento a la escuadra británica del Pacífico, lo que le otorgó réditos políticos a Nicolás de Piérola.
Días después, Piérola decidió entregar el BAP Huáscar si el gobierno cumplía los siguientes requisitos:
• El fenecimiento de todo juicio abierto o por abrirse, en virtud de los sucesos iniciados el 6 de mayo.
• El derecho de trasladarse al extranjero a los que eligiesen hacerlo.
• La libertad personal de los que prefieran quedarse en el Perú.
Piérola se entregó sin garantías ni concesión alguna. El 31 de mayo se hizo la entrega del BAP Huáscar al Capitán de Navío Juan Guillermo More, quién telegrafió que aceptaba las condiciones y que tenía presos a los revolucionarios en el transporte BAP Limeña. El gobierno desconoció el pacto y todos marcharon presos a Lima, menos Piérola que fue en el BAP Atahualpa.
1909: INTENTO DE GOLPE DE ESTADO
Se produjo el intento de golpe de Estado, con una sublevación política, contra el presidente Augusto B. Leguía, en su primer periodo presidencial.
La sublevación fue encabezada por Carlos de Piérola, hermano del expresidente Nicolás de Piérola, y los hijos de éste, Isaías y Amadeo de Piérola, que reunieron en torno suyo a un grupo de fervorosos y temerarios militantes del Partido Demócrata o pierolista, que eran opositores del gobierno de Leguía. Según su propio testimonio, Nicolás de Piérola (que por entonces ya no lideraba el partido demócrata) no estuvo involucrado en la conspiración, habiéndose realizado los sucesos sin su conocimiento previo. El viejo caudillo demócrata, apodado el “Califa”, era por entonces un anciano de 70 años.
Los conjurados sumaban unos 200, asaltaron Palacio de Gobierno, ingresaron al departamento presidencial, donde mataron al edecán mayor Eulogio Elespuru y al soldado Potenciano Choquehuanca e irrumpieron en la habitación donde se hallaba el presidente Leguía, a quien tomaron prisionero. El plan de los sublevados era exigir al presidente que firmara su renuncia al poder, pero Leguía se negó rotundamente a hacerlo.
Los amotinados sacaron a Leguía hacia la calle y lo pasearon por el Jirón de la Unión, hasta la Plaza de la Inquisición, donde, al pie del monumento a Bolívar, lo conminaron a renunciar por segunda vez.
Leguía volvió a reiterar su negativa, expresada en dos escuetas palabras: «No firmo».
Le acompañaba su Ministro de Justicia e Instrucción, Manuel Vicente Villarán. A las seis de la tarde hizo su aparición un piquete de caballería, al mando del alférez Enrique Gómez, que disparó sobre los rebeldes y dispersó a la muchedumbre. Hubo muchos muertos y heridos. Leguía y su ministro Villarán permanecieron en el suelo hasta que fueron rescatados por el mismo Gómez y puestos bajo protección, siendo escoltados hasta Palacio de Gobierno. En el trayecto, el presidente fue ovacionado por la población.
La debelación del golpe de Estado, dejó un saldo de más de cien muertos, entre civiles autores del atentado y militares que custodiaban el Palacio.
Posteriormente hubo una fuerte represión, y protestas, hasta el 23 de septiembre en que el Senado aprobó el proyecto de ley que ese mismo día remitió el Poder Ejecutivo para amnistiar a todos los enjuiciados por delitos políticos presuntamente cometidos a partir del 29 de mayo de 1909.
En honor a los militares fallecidos, el mayor Eulogio Elespuru y el soldado Potenciano Choquehuanca, el 29 de agosto, se dictó sendas leyes, en que se dispuso la colocación de bustos en Palacio de Gobierno y que sus nombres pasen revista, indicándose “muertos en cumplimiento del deber”. Posteriormente, 2 salas de Palacio de Gobierno fueron bautizados con sus nombres, que permanecen hasta la actualidad, Sala Elespuru y la Sala Choquehuanca.
Referencias
- Jorge Basadre – Historia de la República del Perú
- Archivo Histórico de la Marina
- Diario El Comercio
- Congreso de la República







sábado, 27 de mayo de 2023

26 DE MAYO: BATALLA DE TACNA O ALTO DE LA ALIANZA

26 de mayo de 1880, se desarrolló la batalla de Tacna o del Alto de la Alianza, entre el ejército aliado de Perú y Bolivia, con las fuerzas invasoras del ejército de Chile.

La batalla del Alto de la Alianza, fue una en las que se registró el más alto número de bajas entre oficiales peruanos, 84 fallecidos y 101 heridos.
Del ejército peruano, murieron 6 coroneles, 7 tenientes coroneles, 14 Sargentos mayores, 18 Capitanes, 20 Tenientes y 19 Subtenientes.
Entre los caídos figuraron los coroneles Carlos Llosa y Llosa, Jacinto Mendoza, Víctor Fajardo, Belisario Barriga, Sebastián de Luna; los Comandantes Julio Mac Lean, Samuel Alcázar, Napoleón Vidal, Antonio Ruedas entre otros.
Así mismo del contingente boliviano, también tuvieron un alto número de bajas entre sus oficiales, y en total más de 2500 soldados del ejército aliado, murieron en el campo de la Alianza.
Años después, durante el gobierno del Presidente Cáceres, se enfocó en recuperar para el Perú, los restos de los que ofrendaron su vida en la guerra del Pacífico, firmando el 3 de junio de 1890 un Decreto Supremo, mediante el cual, se dispuso el traslado a Lima de los restos de los caídos en Angamos, Tarapacá, Alto de la Alianza, Arica y Huamachuco.
Los encargados del trabajo en el Campo de la Alianza, emitieron el siguiente informe, al Presidente de la comisión: (Se transcribe respetando la caligrafía de la época)
“Señor Presidente de la comisión encargada de la traslación a la Capital de los restos de nuestros Compatriotas fallecido en la Batalla del Campo de la Alianza el 26 de mayo de 1880.
Señor Presidente :
Los suscritos nombrados en comisión especial para recojer e incinerar los restos de nuestros Compatriotas, en cumplimiento de nuestro deber, nos constituimos en el sitio en que tuvo lugar la Batalla y procedimos a recoger los cadáveres que aun se encontraban diseminados o mal sepultados, procurando reunir alguno de cada uno de los cuerpos que combatieron en dicha Batalla, los que incinerandolos fueron depositados en una caja de zinc, cubierta por una urna de madera.
Además, encontramos los restos del señor Teniente Coronel 2° Jefe del Batallón Zepita Don Carlos Llosa, los que reconocidos y autentificados quedan en esta ciudad para ser remitidos a Arequipa por disposición expresa de su familia.
Habiendo también recibido informes de que había personas que conocían el sitio donde se encontraba sepultado el Señor Coronel Don F. Belisario Barriga, los hicimos llamar y con su cooperación fue recojido e incinerado, depositandole en una caja especial. Los individuos que lo sepultaron poco después de la Batalla, se nombran Mariano Vargas y José Orosco, los que recibieron encargo de enterrarlo de Manuel Velis, ordenanza de dicho Coronel, quien les indicó el sitio en que fue muerto a consecuencia de haber recibido la segunda herida que fue mortal. Hacemos notar que Vargas pudo constatar la autenticidad de los restos por haber sido en Lima mayordomo del indicado jefe.
Somos de Ud. attos. y SS”.
H.G. García y Fermín Hernández
Según el informe, se pudieron ubicar los cuerpos de los coroneles Carlos Llosa y Belisario Barriga.
El Coronel Carlos Llosa y Llosa, natural de Arequipa era el 2do Jefe del batallón Zepita, en las memorias del Mariscal Andrés A. Cáceres, recuerda el momento en que muere el valiente coronel Llosa: ““…Apenas había adelantado yo unos cien metros a la cabeza de mis batallones Zepita y Misti, cuando perdí el caballo. Mi ayudante, Capitán Lazúrtegui, me dio el suyo que también quedó pronto inutilizado. Mi segundo jefe, Comandante Llosa, al avanzar sobre el enemigo, recibió un balazo en el pecho, que lo mató instantáneamente; su caballo sintiéndose sin jinete, partió a la carrera, pero fue luego alcanzado por uno de los oficiales; al tiempo de poner el pie en el estribo, fue arrancado este por una bala y hube de montar por el lado opuesto. De los ayudantes que me acompañaban cayeron los Capitanes Chacón y Cabello. El abanderado, Teniente Padilla, cayó haciendo flamear la bandera en medio de la lucha, y ordene al Teniente Castellanos que recogiera la insignia del Zepita.”
Tal como se indicó en el informe de la comisión de repatriación de los restos, la familia del Coronel Carlos Llosa, solicitó que sean enviados a la ciudad de Arequipa, llegando sus restos el 17 de diciembre de 1890, una nota del diario El Deber del día anterior, invitaba a la población a recibir los restos del héroe a la estación del ferrocarril de Tingo. Los días posteriores, los restos del Coronel Llosa, recibieron la gratitud del pueblo de Arequipa, siendo objeto de varios homenajes, hasta el día en que fue enterrado en el cementerio de la Apachenta.
Con respecto al Coronel F. Belisario Barriga, natural de Puno, al iniciar la guerra, se encontraba como Director de la “Escuela de Clases”, según menciona Alfredo Muñoz, en su libro “La Escuela Militar de Chorrillos 1874 – 1944”, solicitó marchar al sur, saliendo el 9 de abril, llevando consigo un cuadro de oficiales y de algunos jóvenes soldados como base de un batallón, parte de los legendarios “Cabitos”, pasó al Cuzco y formó allí y disciplino en poco tiempo el Batallón Huáscar N° 9.”
Participaron en la batalla de Tacna, hacía la mitad de la confrontación, el Coronel Barriga recibió un balazo en la rodilla izquierda que lo hizo caer a tierra y habiéndose incorporado con esfuerzo recibió otro balazo que lo ultimó. Del batallón Huáscar murieron todos sus jefes y dieciocho oficiales y sus cuadros de Clases, lo que da la medida de cómo supieron cumplir con su deber estos valientes.
Luego empezaría el largo cautiverio de la heroica ciudad de Tacna, hasta su retorno al Perú el 28 de agosto de 1929, un homenaje a todos los defensores.
Referencias
- Jorge Basadre – “Historia de la República del Perú” – Tomo 9
- Andrés A. Cáceres – “Memorias de la Guerra del 79 y sus campañas”
- “Informe de la identificación de restos militares caídos en la batalla del Campo de la Alianza” -Biblioteca Nacional del Perú
- Alfredo Muñoz – “La Escuela Militar de Chorrillos, 1874 – 1944”
- Diario El Deber de Arequipa, 16 diciembre de 1890
-
-Fuente Imagen
• Coronel Carlos Llosa y Llosa, Jefe del batallón Zepita, muerto en la batalla - Obra citada de Andrés A. Cáceres.
• Coronel Belisario Barriga – Obra citada de Alfredo Muñoz
• Biblioteca Nacional del Perú
• Diario El Deber de Arequipa
(Por Juan Carlos Saldaña Salmón)







25 DE MAYO : COMBATE NOCTURNO EN EL CALLAO

25 de mayo 1880, se llevó a cabo en la Bahía del Callao, el combate nocturno, donde la lancha Independencia, al mando del Tnte 2° José Gálvez Moreno, se enfrentó a las lanchas enemigas, Janequeo y Guacolda, logrando hundir a la primera, sin embargo significó también la pérdida de la Independencia, en la que fallecieron 8 tripulantes.

Entre los que perdieron la vida, estuvieron el joven Guardiamarina Emilio San Martín, de 19 años y el practicante de medicina Manuel Sebastián Ugarte Moscoso, de 29 años. Ugarte fue bombero voluntario de la Bomba Lima, y estuvo en la fragata Independencia como practicante de medicina, en Punta Gruesa, el 21 de mayo de 1879.
Gálvez Moreno, resultó gravemente herido y fue capturado con otros 6 tripulantes de la Independencia. Los chilenos al ver su estado, y por su valor demostrado y al enterarse que era hijo del héroe de Combate del 2 de Mayo de 1866, decidieron entregarlo a las autoridades peruanas para que falleciera en tierra, con cargo a ser canjeado por un prisionero chileno, sin embargo, Gálvez se recuperó y luego siguió en la defensa del Perú, al lado del General Andrés Avelino Cáceres en la Campaña de la Breña, formando parte de la famosa “ayudantina” o grupo de jóvenes oficiales que oficiaban de ayudantes del héroe de la Breña, años después llegó a ser Senador y murió en abril de 1894.
Honor y gloria.
Fuente reseña e imágenes:
-Gálvez y San Martín tomadas del Diccionario Biográfico Marítimo Peruano - Jorge Ortiz Sotelo y Alicia Castañeda Martos.
-Manuel S. Ugarte - Bomba Lima.


24 DE MAYO

 24 de mayo, recordamos 2 hechos lamentables que sucedieron en el Perú:

Año 1940: Se produjo uno de los terremotos más fuertes que sufrió Lima y Callao.
Año 1964: Ocurrió la más grande tragedia en el mundo, en un estadio de futbol, en Lima, en el partido por la clasificación a las Olimpiadas de Tokio, entre Perú y Argentina, más de 300 muertos.
Una oración por los peruanos que fallecieron, y que estos hechos nos recuerden que debemos estar preparados porque vivimos en una zona sísmica, y el peligro que sucede cuando se desbordan las pasiones en los eventos con alta afluencia de público.
Fuente: Diario EL Comercio




COMBATE DE IQUIQUE LOS PRIMEROS HEROES NAVALES DEL PERÚ – PREDESTINADOS PARA LA GLORIA – RELACIONES FAMILIARES

 LOS PRIMEROS HEROES NAVALES DEL PERU

21 de mayo de 1879, hace 144 años los buques la Esmeralda y la Covadonga de la armada de Chile bloquearon el Puerto peruano de Iquique.
Por órdenes del gobierno peruano fueron a su encuentro el Monitor Huáscar y la Fragata Independencia para romper el bloqueo, originándose el primer enfrentamiento entre ambas fuerzas navales, en 2 zonas de la costa Sur del Perú.
En Iquique, se inició la gloriosa campaña del Monitor Huáscar, que hunde a la Esmeralda, muriendo su Capitán y en un acto de humanidad, que sigue asombrando al mundo, Miguel Grau ordenó salvar a los náufragos de la Esmeralda.
En esa acción, falleció el Teniente 2° Jorge Velarde Castañeda, Grau en el parte oficial dirigido al Director de la Guerra, expresó lo siguiente: “No puedo prescindir de llamar la atención de V.E. la sensible pérdida del Teniente 2° D. Jorge Velarde, para significar el notable comportamiento y arrojo con que este oficial conservó su puesto en la cubierta al pie del pabellón, hasta ser víctima de su valor y serenidad”. Jorge Velarde, falleció a la edad de 23 años. (1)
Al iniciarse el combate, la Covadonga escapó por el Sur, muy pegado a la costa y Grau ordenó a Moore a perseguir a la cañonera, lamentablemente en su persecución, la Independencia encalló con una roca, no marcada en los mapas de navegación, en la zona de Punta Gruesa, ocasión que aprovechó el Capitán de la Covadonga Carlos Condell, para regresar y hacer lo contrario, a lo que hizo Grau con los náufragos de la Esmeralda, y ordenó fuego de fusilería, causando estragos en la tripulación.
En esa acción falleció el Alférez de Fragata Guillermo García y García, expresando Moore en su parte lo siguiente: “Uno de nuestros más inteligentes oficiales de Marina” (2)
Con diez millas de distancia, el Teniente 2° Jorge Velarde y el Alférez Guillermo García y García, conjuntamente con el Sargento 1° Manuel Carrillo y los soldados Elías Gutiérrez, Manuel Silva y Manuel Huamán de la Independencia, se convirtieron no sólo en los primeros héroes navales, sino también en ser los primeros peruanos, que ofrendaron sus vidas en la guerra del Pacifico.
PREDESTINADOS PARA LA GLORIA
Formaron parte de la nómina de la Fragata Independencia, el Teniente 1° Pedro Gárezon, el Teniente 2° Enrique Palacios, el Alférez de Fragata Ricardo Herrera y los Aspirantes de Marina Manuel Villar y Domingo Valle Riestra, quienes luego pasaron a formar parte de la heroica dotación del Monitor Huáscar, que meses después, bajo las órdenes del Almirante Miguel Grau, participaron en la gloriosa gesta de Angamos, el 8 de octubre de 1879.
De ese grupo de oficiales, el Teniente 2° Enrique Palacios, capturado casi moribundo, falleció días después cuando retornaba al Perú.
El Capitán de Navío Juan Guillermo Moore, Comandante de la Independencia, luego del desastre de Punta Gruesa, le envió una carta el 14 de junio al Capitán de la Covadonga, Carlos Condell, en la que le aclaró los hechos sucedidos en Punta Gruesa, en la que desmiente que la Independencia haya arriado el estandarte y pabellón peruano y negando que conversaron reiterándole la rendición y pidiendo un bote:
“Finalmente, señor Condell, la guerra a que ha sido injustificablemente provocado a mi país i su noble aliada la República de Bolivia, quizá se prolongue por un tiempo indeterminado; En cuyo caso, no es dudoso que el desgraciado comandante de la Independencia tenga oportunidad, cualquiera que sea su condición, de probar a Vd. i a Chile todo de cuanto es capaz el que nunca faltó a sus deberes ni como caballero ni como patriota, De Vd. atento i S. S. JUAN G. MOORE.” (3).
Estas palabras de Moore fueron proféticas, meses después, el 7 de junio de 1880, entregaba su vida al Perú, en la heroica defensa de Arica, en que fallece al lado del Coronel Francisco Bolognesi, cumpliendo con la promesa de pelear hasta quemar el último cartucho.
También estuvo en la Independencia, el Capitán de Fragata José Sánchez Lagomarsino, a cargo de la Columna Constitución. Tras el hundimiento de dicho buque en Punta Gruesa, pasó a Arica, donde se le confió el mando de las baterías de San José y el Morro y posteriormente el mando del Monitor Manco Cápac, que se hallaba anclado en la rada de Arica y que servía solo de batería flotante; no obstante, supo utilizarlo hábilmente en la defensa del puerto, el 27 de febrero de 1880, produciendo la muerte del capitán de fragata Manuel Thomson y a varios tripulantes, en la primera fracasada incursión del Huáscar con la bandera de la estrella solitaria.
Participó en las juntas de guerra presididas por el coronel Francisco Bolognesi, donde se acordó no rendirse ante el enemigo y pelear “hasta quemar hasta el último cartucho”.
Al ser tomada Arica por las fuerzas chilenas, luego de la heroica resistencia de los defensores peruanos, Sánchez Lagomarsino hundió el monitor Manco Cápac para que no cayera en poder del enemigo, y fue trasladado prisionero a Chile, donde permaneció hasta la firma de la paz en 1883.
RELACIONES FAMILIARES
Guillermo García y García, formaba parte de una familia de marinos; en la misma tripulación de la Independencia,se encontraba su hermano, el Teniente 1° Narciso García y García, ambos hermanos del Capitán de la Corbeta Unión, Aurelio García y García, de destacada participación en la guerra del Pacífico.
Sin embargo, la relación familiar de los García y García, no fue la única que encontramos en el suceso de Punta Gruesa, también dentro de la tripulación de la Independencia estuvieron presentes los primos hermanos, el Teniente 2° Alfredo de la Haza Caballero y el Aspirante Arturo de la Haza Jiménez, ambos eran así mismo, primos hermanos con el Capitán de la Covadonga Carlos Condell de la Haza.
La familia de la Haza, de origen peruana, afincada en el norte del Perú, fue un clan de gran tradición naval en el Perú. La rama familiar se inició con el Capitán de Navío Manuel Antonio de la Haza Martínez con su esposa Ana María Rodríguez, quienes tuvieron una larga descendencia, donde 6 de sus hijos varones, la 2da generación de la familia de la Haza, siguieron la carrera naval en el Perú; Diego, José, Ciriaco Santiago y Pedro, que alcanzaron el grado de Capitán de Navío; Manuel Cosme que fue comisario de Marina y Antonio, que llegó al grado de Contralmirante y fue Comandante General de la Armada peruana al iniciarse la guerra del Pacifico; y una de sus hijas, Manuela, se casó con el marino escocés Frederick Condell, quienes luego de tener residencia en el Perú, se trasladaron a vivir a Chile.
Fiel a la tradición por el mar, varios de los hijos de los hermanos de la Haza, siguieron la carrera naval, conformado de esta forma la 3era generación de marinos peruanos.
Así encontramos a los hermanos, Viriato (Teniente 1°) y Arístides (Teniente 1°) y José (Guardiamarina) de la Haza Campiani, que fueron hijos del Capitán de Navío José de la Haza Rodríguez.
Los hermanos, Ernesto (Guardiamarina), Alejandro Alfredo (Teniente 1°) y Manuel Cosme (Teniente 1°) de la Haza Caballero, hijos del Comisario de Marina Manuel Cosme de la Haza Rodríguez.
El Teniente 2° Federico de la Haza Campos, hijo del Contralmirante Antonio de la Haza Rodríguez.
Los hermanos, Benjamín (Capitán) y Cesáreo Pedro Arturo (Guardiamarina) de la Haza Jiménez, quién alcanzó luego el grado de Capitán, hijos del Capitán de Navío Pedro de la Haza Rodríguez. (4)
En resumen, del clan familiar de la Haza, iniciado por el Capitán de Navío Manuel Antonio de la Haza Martínez, contamos entre sus hijos y nietos, 15 oficiales de la Armada Peruana, de destacada carrera naval en el Perú y 10 de ellos, participaron directamente en diversas acciones de armas durante la guerra del Pacífico, muriendo durante la ocupación de Lima, el Teniente 1° Viriato de la Haza Campiani a consecuencia de una enfermedad.
Un reconocimiento a la familia de marinos de la Haza que sirvieron con gloria a la bandera peruana.
Manuela, la hermana de los de la Haza Rodríguez, como indicamos, se casó con el escocés Frederick Condell, fue madre del Capitán chileno Carlos Condell de la Haza, miembro también de la 3era generación de la familia de la Haza, hombres formados en el mar, aunque en este caso, podríamos indicar, que, para los intereses del Perú, Carlos Condell de la Haza, cumplió con aquel termino, de ser la “oveja negra” de la familia de la Haza.
El Aspirante Manuel Villar, era hijo del Contralmirante Manuel Villar, vencedor del Combate de Abtao en 1866, y participó en la guerra del Pacífico en la batería Santa Rosa, y en 1881, fue nombrado Secretario de Marina.
Finalmente, dentro de las relaciones familiares, también formó parte de la tripulación de la Independencia, el Teniente 1° Justiniano Cabero Núñez, hermano de Dolores Cabero Núñez, esposa del entonces Capitán de Navío Miguel Grau.
Justiniano se inició en la armada, como Guardiamarina en 1865 y fue destinado en 1866 en la Corbeta Unión, participando en el combate de Abtao, el 7 de febrero de 1866, en la corbeta que era comandada por su cuñado, el Capitán de Fragata Miguel Grau. (5)
Por Juan Carlos Saldaña Salmón – 21 mayo 2023
Fuente
(1) Historia Marítima del Perú – Tomo XI – Volumen 1- Melitón Carvajal Pareja – Instituto de Estudios Histórico – Marítimos del Perú. Lima 2004
(2) (3) Obra citada
(4) (5) Diccionario Biográfico Marítimo Peruano – Jorge Ortiz Sotelo y Alicia Castañeda Martos – Asociación de Historia Marítima y Naval Iberoamericana. Lima 2007.
Fuente de las Imágenes
-Teniente 1° Jorge Velarde, Alférez Guillermo García y García tomados de la obra citada de la Historia Marítima del Perú – Tomo XI – Volumen 1
-Relaciones de la familia de la Haza -Elaborado en base a la información del Diccionario Biográfico Marítimo Peruano de Jorge Ortiz Sotelo y Alicia Castañeda Martos.





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