jueves, 29 de junio de 2023

29 JUNIO 1823 - ES FUSILADO JOSÉ OLAYA BALANDRA

 JOSE OLAYA BALANDRA - BICENTENARIO DE SU FUSILAMIENTO

“SI MIL VIDAS TUVIERA, GUSTOSO LAS DARÍA POR MI PATRIA”

Hoy 29 de junio, recordamos el Bicentenario  del sacrificio de José Olaya Balandra. A pesar de ya declarada la independencia del Perú en 1821, la amenaza española seguía pendiente en nuestra joven república, y las conspiraciones eran frecuentes.

En este escenario, José Olaya, tenía como misión llevar mensajes desde el puerto del Callao hasta las posiciones patriotas en Chorrillos, recorrido que lo realizaba a nado.

Recordemos sus últimos días contado por Jorge Basadre, en su obra “Historia de la República del Perú” (1) …” El 27 de junio de 1823, el Chorrillano llevaba una carta del General Antonio José de Sucre para el patriota Narciso de la Colina. El gobernador español en Lima, Ramón Rodil, mantenía una estricta vigilancia sobre el pescador y lo detuvo una vez confirmada su misión. Olaya pudo deshacerse de la correspondencia antes de ser capturado.

Al negarse a confesar el nombre del destinatario de la carta, Olaya recibió una brutal golpiza. Al día siguiente, llevaron a su madre para conminarlo a confesar, pero sin éxito. Fue sentenciado a morir fusilado. La ejecución se cumplió el 29 de junio de 1823 a las once de la mañana, en el Callejón de Petateros en la Plaza de Armas de Lima”.

Antes de ser fusilado, dijo la frase “Si mil vidas tuviera, gustoso las daría por mi patria”.

José Bernardo Torre Tagle, Presidente de la República del Perú, mediante decreto supremo del 3 de setiembre de 1823, reconoció el sacrificio de José Olaya (se transcribe textualmente), en el que otros considerandos, se le nombró como Subteniente vivo de Infantería, por 50 años, fijando el 29 de junio de cada año, para que se realice una ceremonia en la municipalidad de Chorrillos y otorgando el sueldo de Subteniente de Infantería, a su madre y hermana.

José Olaya Balandra, es patrono del arma de Comunicaciones del Ejército, que hoy celebra su día.

DECRETO SUPREMO DEL 3 DEL SETIEMBRE DE 1823 (2)

D. José Bernardo Tagle Presidente de la República del Perú**

Por cuanto conviene al ejercicio del poder que se me ha confiado, ordeno lo siguiente:

Las acciones memorables deben admitirse a la posteridad con el tributo de admiración y respeto que inspiran los héroes que las practicaron. Sobreponerse a los dolores más acerbos y a los castigos más inhumanos, que una bárbara crueldad hace preceder a la muerte cierta y conservar grandeza de alma despreciando los tormentos y el patíbulo, es un rasgo prodigioso de firmeza de carácter, un vuelo rápido a la inmortalidad, y el testimonio más vivo de la sublimidad de sentimientos que inspira el amor a la gloria.

Las virtudes cívicas aparecen entonces en todo el lleno de su esplendor y hermosura: el entusiasmo ata a su carro de oro la opinión inconstante; y la naturaleza comprensiva en sus intensiones, parece tomar nuevo aliento para volver a emitir en su seno seres inmortales que la ilustren y engrandezcan.

El ciudadano D. José Olaya, peruano, del pueblo de Chorrillos, fue enviado a la plaza del Callao de esta capital, estando ocupada por los enemigos, para conducir comunicaciones. Delatado por quien no ha sido posible descubrir hasta ahora, y tomadas las correspondencias sin firmas, Olaya fue apaleado y dilacerado para que confesase las personas que las dirigían. El peruano en la plaza mayor despreciaba a los feroces a quienes una miserable casualidad daba el dominio efímero sobre su cuerpo, cuanto triunfaba altamente de ellos por la elevación de su alma. Mientras más se esforzaron sus verdugos en arrancarle con rigor el secreto, tanto más se gloriaba de llevarlo al sepulcro; hasta que cansados de desahogar inútilmente su venganza, lo condujeron al patíbulo para que acabase de desaparecer la imagen más tocante del aliento cívico.

El día 29 de junio último desapareció para los tiranos de nuestro suelo el PATRIOTA OLAYA, más para los hijos de la Libertad empezó nueva vida, y sus puros sentimientos se transmitieron a todas las almas capaces de amar la virtud y apreciar el mérito. La presente generación quiere fijar la época de su reconocimiento en ese día memorable; y las futuras envidiaran la suerte de los que existieron en tiempos en que las virtudes patrias se manifestaban con energía y dignidad. El gobierno supremo del Perú no puede recompensar dignamente el inestimable sacrificio de Olaya, ni premiar el grado de opinión que dio a la causa de América su constancia inalterable. Sin embargo, es propio de su decoro no manifestarse indiferente a los deberes que inspiran la gratitud y la justicia. Para ello:

1. Por cincuenta años pasará revista de Comisario D. José Olaya, como subteniente vivo de Infantería del Ejército en el Estado Mayor de Plaza.

2. Cuando sea nombrado en dicho acto, el Sargento mayor de Dicha Plaza responderá: Como presente en la mansión de los héroes.

3. En la Municipalidad de esta capital se formará un libro, en que, con precedente conocimiento y decreto del Gobierno, se escriban los hechos patrióticos dignos de eterna memoria, y en su primera página se copiará este decreto, para que la fama del patriota Olaya se transmita también por este medio a los siglos venideros.

4. La Municipalidad del Pueblo de Chorrillos deberá celebrar todos los años, el día 29 de junio, unas solemnes exequias en la iglesia de la misma población, a beneficio del alma del patriota Olaya; y concurriendo a ellas la misma Municipalidad, tendrá en aquel acto asiento, entre los Alcaldes, el pariente más cercano del referidos Olaya.

5. En la sala de la Municipalidad del pueblo de Chorrillos, se pondrá un lienzo en que se halle escrito lo siguiente: El patriota D. José Olaya sirvió con gloria a la Patria y honró el lugar se su nacimiento.

6. El sueldo mensual que abone a Olaya como Subteniente vivo de Infantería del Ejército, se distribuirá entre la madre de éste y la hermana soltera que tiene; dándole a la primera las dos tercias partes de él, y la restante ala segunda.

Por tanto: ejecútese, guárdese y cúmplase por quienes convenga. Dará cuenta de su cumplimiento el Ministro de Estado en el departamento de Guerra.- Dado en Lima a 3 de setiembre de 1823.- José Bernardo de Tagle.- Por orden de su S. E.- El Conde de San Donás

Imagen: Oleo de José Olaya Balandra de José Gil de Castro

(1) “Historia de la República del Perú” – Jorge Basadre

(2) Tomado de Antología de la Independencia del Perú. Lima, 1972



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