domingo, 6 de agosto de 2023

6 DE AGOSTO 1824 - VICTORIA BATALLA DE JUNIN - RAZURI "EL GENIAL DESOBEDIENTE"

 6 de agosto de 1824, se llevó a cabo  la batalla de Junín, en que las fuerzas patriotas derrotaron a los realistas.


Días previos a la batalla, el 2 de agosto, Simón Bolívar pasó revista a su ejército, en el llano de Rancas dirigiéndole estas elocuentes palabras:


¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.

¡Soldados! Los enemigos que van a destruir se jactan de catorce años de triunfos. Ellos, pues serán dignos de medir sus armas con las de ustedes que han brillado en mil combates.

"¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de ustedes la paz, hija de la victoria, y aún la Europa liberal les contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo. ¿la burlaran? No. No. ustedes son invencibles".


Luego de iniciada la batalla, y en el desarrollo de la misma, no era favorable para el ejército libertador y prácticamente la derrota era previsible.


Los Húsares del Perú, se mantenían a la expectativa y no habían entrado en combate. Su jefe, el coronel Isidoro Suárez, observó una deficiencia en las fuerzas españolas, por lo cual ordenó al Mayor José Andrés Rázuri, que solicitará al general José La Mar, la autorización para entrar en combate.


Ante la presencia del general peruano, este le respondió “Diga Ud. Al coronel Suárez que salve ese escuadrón como pueda”. Al regresar Rázuri con el mensaje ante el coronel Suárez, falseó la respuesta y le dijo “Mi coronel, el general La Mar ordena que cargue Ud. De todos modos”. Suárez ordenó entonces la carga contra la retaguardia realista y permitió el éxito patriota.


Terminada la batalla de Junín, el general La Mar mandó llamar a Rázuri y le dijo:

"Debería usted ser fusilado; pero a usted se le debe la victoria de hoy día". Bolívar, que se había alejado un tanto del escenario y ya daba por hecho la derrota, estalló en alegría al enterarse de la victoria y cambió el nombre de los Húsares del Perú por el de Húsares de Junín, tal como se les conoce hasta hoy en día.


Rázuri, hasta sus últimos días profesó un gran amor por el Perú y por su patria chica San Pedro de Lloc, y su último deseo fue ser llevado a su tierra natal, para morir allí y ser enterrado en su suelo. Su hija Josefa, atendiendo al deseo de su padre, lo llevó a San Pedro de Lloc, y como no tenía más familia que su hermano Casimiro, lo dejó con él (1881).


Sus últimos años coincidieron con épocas de la guerra con Chile, nuestro país y el norte del Perú estaba ocupado por las tropas del ejército del país del sur.


"El Colorao", como era apodado, vivía en una vieja casona de portón y ventana, en la calle de la Independencia (hoy Dos de Mayo), al lado de la casa del alemán Shchaffer.

Desde que llegó a San Pedro fue bienvenido. La gente veía en él, al héroe legendario que había peleado en mil batallas por causa de la independencia.


De sus últimos años en su tierra, durante la ocupación chilena, existen algunas anécdotas del héroe de Junín, que ponen de manifiesto su amor por el Perú, en la aciaga época de la ocupación, entre ellas podemos mencionar las siguientes:


ALTIVO GESTO DEL CORONEL RAZURI

Según cuenta Don Héctor Centurión Vallejo, en un artículo publicado en el diario La Industria de Trujillo, el 19 de febrero de 1982, refiere que un oficial chileno se presentó en la casa del coronel José Andrés Rázuri, en San Pedro de Lloc, como lo estaba haciendo con todos los domicilios, a manifestarle que el Jefe de las fuerzas de ocupación había ordenado se le guarde respeto y no sea molestado, recibiendo del anciano héroe esta tajante respuesta : "La única orden que yo puedo impartir, es que en el acto abandone usted mi casa".

 

 En otra oportunidad cuando la policía militar chilena vigilaba que todas las casas tuvieran encendidos los faroles de luz en la calle, notó que la del coronel Rázuri carecía de farol. Ingreso a su domicilio un cabo y le dijo: "De orden del jefe, que se ponga farol a la puerta”. Interrogó el coronel Rázuri que quien era ese jefe, contestándole el cabo que era el capitán Larenas, y al instante Rázuri le espetó al cabo:" Dígale usted a su jefe que en esta casa no se pondrá farol, mientras ustedes estén aquí, porque así lo ha ordenado el coronel Razuri".


El cabo informó a su capitán, que se encontraba en casa de D. Daniel Durand, jugando rocambor con otras personas más. El capitán Larenas interrogó a sus contertulios sobre el coronel Razuri, enterándose que era Benemérito de la Patria, a quien se le debe el triunfo del ejército Libertador en la batalla de Junín, preludio de la batalla de Ayacucho que consolidó la libertad del Perú y América.

 Larenas ordenó que dejaran en paz al anciano Coronel Razuri.

 

 Ya enterados los chilenos de quien era Rázuri, y de su épica gesta en Junín, y a pesar que los oficiales chilenos habían dado órdenes terminantes a sus soldados de no molestarlo, sin embargo, los soldados chilenos le prodigaban constantes saludos en la calle, cosa que le desagradaba, es más no los podía ver, y cuando los veía venir refunfuñaba.


Un día, Rázuri le hizo prometer a su hermano Casimiro, que cuando muriera, inmediatamente lo enterrara en el cementerio para no dar ocasión a que los “benditos chilenos” le rindieran honores.


Y así fue, el 4 de enero de 1883, a los 91 años murió José Andrés Rázuri, y sin más, su hermano Casimiro llevó en carreta el féretro al cementerio y le dio sepultura.

A eso de las 9 de la mañana, un piquete de soldados chilenos vestidos con uniforme de gala se apersonó a la casa de los Rázuri, tocaron a la puerta, la que abrió Casimiro, vestido de riguroso luto; le dieron el pésame y le manifestaron su deseo de rendir honores al ilustre prócer.


Casimiro con voz grave les manifestó que su hermano había sido enterrado muy temprano.


En las imágenes que acompañan la publicación, se observa lo siguiente:


1. el parte oficial del Ministerio de Guerra y Marina, con la relación de los Señores Jenerales, jefes, oficiales del Ejército del Perú, que concurrieron á la gloriosa batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824, del REGIMIENTO HUZARES DE JUNIN (se mantiene la caligrafía del año 1844).


En la lista de la PLANA MAYOR, se aprecia a Andrés Rázuri, como Ayudante Mayor del primer escuadrón, del que su comandante era el argentino Isidoro Suárez.


Desde el 6 de agosto de 1953, sus restos reposan en el Panteón de los Próceres de Lima.


En la relación de oficiales, aparece Domingo Nieto con el grado de capitán, participó en la batalla a la edad de 21 años. Luego de finalizada la campaña de la independencia, fue un actor importante en las revoluciones y guerras civiles del país, aunque siempre respaldando a la autoridad legítima y a la constitución, por lo que recibió en vida el seudónimo del “Quijote de la ley”, años después fue nombrado Gran Mariscal del Perú, y llegó a ser jefe de Estado Provisorio del Perú, durante un corto período entre 1843 y 1844, cargo en el que le sorprendió la muerte, a la temprana edad de 40 años.


2. Imagen del artículo de Héctor Centurión Vallejo, publicado en el diario La Industria de Trujillo – 19/02/1982.


En honor a la batalla de Junín, se celebra en el Perú, el Día de la Caballería.


(Juan Carlos Saldaña Salmón)


Fuentes Bibliográficas

-Jorge Basadre – Historia General de la República

-Coronel Luis Saldaña Valencia – Día de la Caballería

-Héctor Centurión Vallejo, "Los chilenos en la provincia de Pacasmayo", diario La Industria de Trujillo, 19/02/1982 - Congreso de la República.

-Internet


Imágenes

- Diario El Peruano – año 1844.

-Diario La Industria de Trujillo, archivo Congreso de la República.

-Internet.





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