La noche del 26 de julio de 1533, Atahualpa fue llevado a la plaza de Cajamarca para ser ejecutado. Al ver que sería quemado, aceptó ser bautizado para evitarlo, y fue estrangulado.
Al día siguiente, su cuerpo fue llevado a la iglesia para funerales cristianos. Sus mujeres intentaron suicidarse según la costumbre inca, pero fueron detenidas. Pizarro impidió más suicidios.
Luego de ser enterrado en la iglesia de Cajamarca, el cuerpo de Atahualpa desapareció a los pocos días. Se presume que para ser momificado. Su muerte provocó sublevaciones de etnias huascaristas, y Manco Inca se unió a los españoles contra los partidarios de Atahualpa.
Fuente Infobae
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