Hoy 5 de junio, día de la célebre respuesta que dio el coronel Francisco Bolognesi al mayor Juan José de la Cruz Salvo, parlamentario del ejército chileno, quién fue a solicitar la rendición de la plaza.
En una primera reunión entre Bolognesi y Salvo, se realizo el siguiente diálogo:
- "Le oigo a Ud., señor dijo Bolognesi, con voz completamente tranquila".
- "Señor, contesto Salvo, el general en jefe del ejército chileno, deseoso de evitar un derramamiento inútil de sangre, después de haber vencido en Tacna al grueso del ejército aliado, me envía a pedir la rendición de la plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos".
- "Tengo deberes sagrados, repuso el gobernador de la plaza, y los cumpliré quemando el último cartucho".
- "Entonces está cumplida mi misión, dijo el parlamentario, levantándose".
-"Lo que le he dicho a Ud., repuso con calma el anciano, es mi opinión personal; pero debo consultar a los jefes" y luego de unos momentos se presentaron los siguientes 14 de sus oficiales:
- Coronel Alfonso Ugarte
- Capitán de Navío Juan Guillermo More
- Coronel José Joaquín Inclán
- Coronel Mariano Bustamante
- Coronel Justo Arias Aragüez
- Coronel Marcelino Valera
- Teniente Coronel Manuel C. de la Torre
- Teniente Coronel Ricardo O´Donovan
- Teniente Coronel Francisco Cornejo
- Teniente Coronel Ramón Zavala
- Teniente Coronel Juan Pablo Ayllón
- Teniente Coronel Medardo Cornejo
- Capitán de Fragata José Sánchez Lagomarsino"
Y efectivamente, sus últimas palabras, fueron ciertas. Años después de la epopeya del Morro, Ricardo Palma, escribió en 1885 un artículo sobre Bolognesi y la gesta de Arica, el cual fue reproducido por varios diarios de Sud América, entre ellos, El Mercurio de Valparaíso, lo que originó que el coronel Salvo (mayor en el año 1880), publicará un artículo negando que Francisco Bolognesi haya pronunciado la histórica frase “Quemaré hasta el último cartucho”, afirmando que la frase era producto de la imaginación de nuestro laureado escritor.
La respuesta de Ricardo Palma, no se hizo esperar y publicó un artículo denominado RESPUESTA A UNA RECTIFICACION, en donde entre sus argumentos, citó a los únicos oficiales sobrevivientes a la junta, entre ellos, Roque Sáenz Peña, apelando el testimonio del bizarro argentino, en un artículo que publicó en Buenos Aires sobre la reunión de Bolognesi y los héroes de Arica, con el mayor Salvo.
A continuación, se presenta la transcripción del artículo que escribió Ricardo Palma.
RESPUESTA A UNA RECTIFICACION (7)
"El señor coronel del ejército chileno, don J. de la Cruz Salvo, ha tenido a bien publicar en el Mercurio de Valparaíso, un artículo rectificatorio del que escribí en el folleto que el 28 de julio dio a luz la sociedad Administradora de la Exposición.
Estimando los corteses elogios con que me favorecen el señor Salvo, paso a contestarle, sin propósito, se entiende, de sostener polémica, que para ella ni las múltiples atenciones que el servicio de la Biblioteca Nacional me impone, ni lo decaído de mi salud me dejan campo.
Entre la narración que hace el señor Salvo de la conferencia de Arica y la que yo hice, no hay otra diferencia sino la que aquella es larga y minuciosa y la mía lacónica o sintética, como cuadraba a la índole literaria de mi trabajo. No veo pues, el objeto de rectificación en esa parte. Con distintas palabras, en el fondo, el señor Salvo y yo hemos escrito lo mismo.
Pasemos al único punto en serio.
Niega el señor Salvo que en la respuesta dada por el coronel Bolognesi al jefe parlamentario hubiera habido la frase quemaré hasta el último cartucho. Muertos en el combate, casi todos los jefes peruanos que asistieron a la junta de guerra, con excepción de los comandantes Roque Sáenz Peña, Marcelino Varela y Manuel C. de la Torre, apelo al testimonio de estos.
El comandante Roque Sáenz Peña la ha consignado en el brillante artículo que hace poco publicó en Buenos Aires.
Por el mes de junio de 1880, toda la prensa del Perú y de Chile se ocupó de la histórica frase. Recientes estaban los hechos, y aquella era la oportunidad en que el señor Salvo, tan celoso hoy, a los cinco años de la conferencia, por salvar la verdad histórica, debió haber escrito la rectificación que mi pobre artículo le ha inspirado.
En cuanto al calificativo de vulgares, que el señor coronel Salvo da a las palabras del inmortal batallador del Morro de Arica, permítame que le niegue competencia para tan decisivo fallo. Así como las obras del espíritu se juzgan solo con el espíritu, así los arranques del patriotismo se aprecian con el corazón y no con la cabeza, se sienten y no se discuten. En la proclama de Nelson en Trafalgar, "la Inglaterra espera que todo buen inglés, cumplirá con su deber", no puede caber más llaneza. El famoso Ou´il mourütil de Corneille en los Horacios, es una exclamación de encantadora sencillez.
En un de la educación de Bolognesi nada más natural y espontaneo que su respuesta; Quemaré hasta el último cartucho.
Y a propósito, y por vía de ampliación, quiero terminar refrescando la memoria del señor coronel Salvo con la copia de unas pocas líneas de la página 1125, tomo III, de la Historia de la Guerra del Pacífico, por Benjamín Vicuña Mackenna, volumen impreso en Chile a fines de 1881.
Dice el historiador chileno: "Llegando el parlamentario a la presencia del jefe de la plaza, la conferencia fue breve, digna casi solemne de una y otra parte. Entablase, el siguiente diálogo, que conservamos en el papel desde una época muy inmediata a su verificación, y que, por esto mismo, fielmente copiamos:
Lo oigo a usted, señor, dijo Bolognesi con voz completamente tranquila
Señor, contestó Salvo, el general en jefe del ejército de Chile, deseando evitar derramamiento inútil de sangre, después de vencido en Tacna el grueso del ejército aliado, me envía a pedir la rendición de está plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conoce.
Tengo deberes sagrados y los cumpliré quemando el último cartucho. Entonces está cumplida mi misión, dio el parlamentario, levantándose, etc., etc."
En la página 1127 pone el señor Vicuña Mackenna una nota que a la letra dice:
"La intimación de Arica me referida por el mayor Salvo a los pocos días de su llegada a Santiago, en junio de 1880, conduciendo en el Itata a los prisioneros de Tacna y del Morro, y la hemos conservado con la fidelidad de un calco".
Ya verá el señor coronel Salvo que yo no he escrito un romance ni dado pábulo a mi fecunda imaginación, como tiene la amabilidad de afirmarlo en su artículo rectificatorio. Si Bolognesi no pronunció la vulgaridad de quemaré el último cartucho, en tal caso, ateniéndonos a Vicuña Mackenna y desdeñando otros informes y documentos oficiales, sería el mismo coronel Salvo, y no yo, el inventor de esa (para mí y para el sentimiento patriótico de los peruanos) bellísima y épica vulgaridad.
Ricardo Palma
Lima, septiembre 18 de 1885
Por Juan Carlos Saldaña Salmón - Junio 2023
Fuentes consultadas
(1) Gustavo Ponz Musso – “El coronel Bolognesi y el
expansionismo chileno” – Fondo editorial del Congreso del Perú.
(2) Comisión Permanente de la Historia del Ejército
Peruano – “La epopeya del Morro de Arica”
(3) Comisión Permanente de la Historia del Ejército
Peruano – Ob, citada
(4) Comisión Permanente de la Historia del Ejército
Peruano – Ob. Citada
(5) Comisión Permanente de la Historia del Ejército
Peruano – Ob. Citada.
(6) Teniente Coronel de Infantería Carlos María
Fraquelli – Artículo “Roque Sáenz Peña: El héroe del Pacífico”, Buenos Aires,
Argentina.
(7) Ricardo Palma – “Tradiciones Peruanas”
(8) Gerardo Vargas Hurtado – “La batalla de Arica”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario