jueves, 1 de junio de 2023

RELACIONES PERÚ - MÉXICO

 

RELACIONES PERÚ – MÉXICO

México y Perú, 2 naciones hermanas, herederas de grandes culturas como fueron los aztecas y los Incas, que por casi 300 años fueron los más importantes virreinatos de España en América.

Coincidentemente unidos por el año 1821, fecha en que México consolidaba su independencia, en tanto que Perú la declaraba. Dos años después, ya como países libres, México y Perú, decidieron iniciar sus relaciones diplomáticas en enero de1823.

Es una verdadera lástima, que en este año en que se recuerda el bicentenario de las relaciones entre México y Perú, esa relación este en su más bajo nivel, y según las últimas declaraciones del Presidente mexicano, Andrés López Obrador, nos encontramos en una tácita ruptura de relaciones diplomáticas e incluso comerciales, esperemos que a pesar de las desafortunadas declaraciones del Presidente López, los empresarios y el mexicano de a pie, sigan manteniendo relaciones amistosas con nuestro país, invocando a la histórica relación entre nuestras naciones, recordando la gratitud de México con el Perú, por hechos que sucedieron antes y después de la independencia mexicana, en la que tuvieron un rol importante, personajes originarios del Perú, que contribuyeron con la independencia y con la libertad, que goza el país azteca.


El primero hecho data, desde el inicio del proceso de independencia de México, en 1808, con la participación de Fray Melchor de Talamantes (1), un sacerdote mercedario, originario de nuestra tierra, nacido en la ciudad de Lima en 1765, en el aún virreinato del Perú. Talamantes se educó en San Carlos y en la Universidad de San Marcos, en donde conoció de las ideas libertarias que venían desde Francia y en donde fue influenciado por la corriente de pensamiento de la ilustración, y conoció a José Baquíjano y Carrillo, Toribio Rodríguez de Mendoza e Hipólito Unanue, quienes años después, tuvieron gran participación en el proceso de independencia del Perú.

A fines del siglo XVIII, Talamantes decide viajar a España, y por motivos políticos, hace escala en México, quedándose en el virreinato de Nueva España, años después, fue quien preconizo en México las ideas en relación a tener un plan emancipador, llegando a participar en la junta de gobierno en el año 1808; por sus ideas y acciones a favor de la libertad de los pueblos de América, fue encarcelado en la prisión de la fortaleza de San Juan de Ulúa, en Veracruz, donde falleció en 1809 a consecuencia de una enfermedad.

Las ideas de Talamantes, fueron las que estimularon, para que en 1810, el cura Miguel Hidalgo y Castilla, lanzará el grito de Independencia en Dolores.

Talamantes, fue reconocido como Precursor de la Independencia de México, y su nombre se encuentra inscrito en el monumento "El Ángel de la Independencia", ubicado en el famoso paseo de la Reforma del distrito Federal, lugar emblemático de las grandes concentraciones populares.





5 décadas después, exactamente 53 años, en 1861, México sufrió uno de sus más grandes amenazas, que hicieron peligrar su libertad e independencia, cuando las potencias europeas de Inglaterra, España y Francia decidieron invadir el territorio mexicano, lo que finalmente ocurrió, únicamente por los franceses, al desistir en esa operación las monarquías de Inglaterra y España.

En esos años, gobernaba en el Perú, el Mariscal Ramón Castilla, quién tenía un profundo sentimiento de solidaridad americana, fue así que en coherencia con sus principios, el Perú fue el primer país de América en protestar contra la agresión Franco - española - inglesa, nuestro Presidente dio instrucciones al Canciller José Fabio Melgar, quién el 14 de  noviembre, remitió una circular a los representantes peruanos en Francia, Inglaterra y España, a los que les comunicaba la honda preocupación del Perú, ante una posible intervención en México, y los autorizaba, a que emitieran ante los respectivos gobiernos la posición peruana en contra de esa medida, y los instaba a que toda diferencia con México, se debían resolver por los medios que permite la ley internacional, y en especial de evitar cualquier transformación política, que afecte la independencia y soberanía de México.

Una semana después, el 20 de noviembre, el Perú envió una circular a los gobiernos de América, en donde les comunicaba, que lamentablemente las reclamaciones de las potencias europeas con México, habían interrumpido las relaciones amistosas entre esos países, y que por tanto era inminente el empleo de la fuerza contra México, y de darse ese estado, Perú invocaba a los Estados Americanos, adoptar una política que signifique para la Europa la unión moral de la América independiente, ante posibles amenazas a la independencia de las Naciones libres de América.

Las declaraciones de Castilla, no sólo quedaban en buenos deseos, sino que deseando conocer sobre la situación de México, con informaciones directas, al día siguiente, el 21 de noviembre, decide nombrar como encargado de Negocios en México al Dr. Manuel Nicolás Corpancho (2), quién era su secretario personal, reconocido poeta y médico, quien viajaría en compañía de Juan C. Sánchez, como Secretario de 2a. clase y del Sargento Mayor D. Ramón Manrique, como Ayudante en la legación.


Fuente; Instituto Nacional de Antropología e Historia de México

 

A partir de ese momento, se dio inicio a lo que se denominó "La Misión De Corpancho en México", viajando a Nueva York en febrero de 1862 para tomar contacto con los diplomáticos mexicanos, e ir remitiendo al Perú de las informaciones sobre el proyecto de Francia de establecer una Monarquía en México, a cuya cabeza debería colocarse el Archiduque Maximiliano de Austria.

Luego el 16 de marzo, Nicolás Corpancho presentó sus credenciales ante el Presidente de México, Benito Juárez, quién conjuntamente con su Ministro de Relaciones Exteriores, manifestaron los sentimientos de una viva gratitud hacia el Gobierno peruano, por los pasos que ha dado en favor de México, y el interés que toma por la conservación de su nacionalidad e independencia.

Ya estando en tierras mexicanas, Corpancho colaboró activamente con el gobierno de Juárez, comunicando al gobierno de Castilla sobre las actividades y hechos importantes que se iban dando en el país azteca, hasta que se declaró el estado de guerra nacional, y se dio la heroica defensa en la batalla de Puebla del 5 de  mayo de 1862, en la  que ocasionaron un gran desastre a las fuerzas francesas, impidiendo su avance hacia la capital del país.

Luego el 12 de setiembre de 1862, por el apoyo Peruano y la labor desarrollada por Corpancho en México, la Junta Patriótica de la ciudad de México, nombró a S. E. el Presidente del Perú, Libertador Ramón Castilla, como su Presidente honorario, teniendo en cuenta los sentimientos americanos de  nuestro Presidente, y además como una prueba del agradecimiento de México, por la conducta que el Gobierno del Perú ha observado en la presente época, tan aflictiva para este desgraciado país.



Paralelamente, Francia envío refuerzos y de un nuevo dirigente francés para la lucha, retomando la ofensiva en 1863, invadiendo diversas ciudades de México, hasta sitiar la ciudad de Puebla entre los meses de marzo a mayo de 1863, finalmente, tras dos meses de férrea y heroica resistencia, se dio la victoria francesa, ocuparon Puebla el 19 de mayo, y ya sin oposición avanzaron hasta la ciudad de México, tomando la capital el 10 de junio, y días antes el gobierno del Presidente Benito Juárez, trasladó su gobierno al norte, a la ciudad de San Luis Potosí.

Sucedido esos hechos, Nicolás Corpancho comunicó al gobierno de Benito Juárez, que según la determinación del Cuerpo Diplomático, se mantendrían en México, pero en caso, hubiera algún cambio con relación a su gobierno, le manifestó que el Perú mantendría sus relaciones con el gobierno de San Luis Potosí, y que era un alto honor estrechar más aún las relaciones oficiales, y reiteraba su interés en seguir recibiendo comunicaciones oficiales del gobierno de Juárez.

Posteriormente el 24 de junio se instala en la ciudad de México, un gobierno provisional a cargo de un triunvirato, bajo el protectorado de las fuerzas invasoras de Francia, comunicando Corpancho a nuestro país, que su intención, es abstenerse de todo acto que pueda comprometer las relaciones del Perú, y mantenerse en una posición expectante, y sobre todo evitar cualquier acto que implique un reconocimiento oficial del régimen provisional, que buscaba instalar una Monarquía para el Archiduque Maximiliano de Austria, hecho que finalmente se consumó el 11 de julio de 1863, en que el Poder Ejecutivo Provisional de la Nación, comunicó que la Asamblea de Notables, aprobó  que la Nación mexicana adoptaba por forma de Gobierno la Monarquía moderada hereditaria, con un príncipe católico, que tomará el título de Emperador de México, ofreciéndose la Corona Imperial de México al Príncipe Fernando Maximiliano, Archiduque de Austria para sí y sus descendientes.

Luego el 20 de julio, el gobierno provisional, comunicó oficialmente al gobierno peruano de las decisiones adoptadas, solicitando la cooperación moral de los Gobiernos amigos de México, entre los que se tiene la satisfacción de numerar al de S. E. el señor Ministro de Relaciones Exteriores de la República del Perú.

Tras el establecimiento de la Regencia del Imperio Mexicano, que gobernó hasta la llegada de Maximiliano I a México, Nicolás Corpancho, ayudó a los partidarios de Benito Juárez, que sufrían persecución; Corpancho alquiló cuatro viviendas en la Ciudad de México y alrededores, y bajo la protección de la bandera peruana, los albergó, y siguió como intermediario del gobierno de Juárez, que se encontraba en san Luis de Potosí, participando en reuniones en la que se fomentaba la resistencia contra los franceses.

Enterado el gobierno de la Regencia de las actividades de Corpancho, el 20 de agosto envió una nota al Canciller peruano Juan Antonio Ribeyro, comunicando que en aras de mantener una buena relación con el gobierno peruano, había ordenado la entrega de pasaportes a Nicolás Corpancho y a los miembro de su delegación, para que abandonen en el plazo de tres días el territorio mexicano. El mismo día, Corpancho recibía la comunicación, en la que le instaban abandonar la ciudad de México, en compañía de don Juan C. Sánchez y don Ramón Manrique.


Corpancho se embarcó en Veracruz el día 9 de setiembre en el vapor español México con rumbo a La Habana, lamentablemente la nave a un día de llegar a su destino, fue consumida por un incendio el día 13, en la que fallecieron casi todos los tripulantes y pasajeros, entre ellos los peruanos Corpancho, Sánchez y Manrique.

Referencias

(1)   Discurso doctor don Ramón Mena, Fray Melchor de Talamantes – Revista histórica del Perú – Tomo VIII – Lima, 1925

(2)   Las relaciones entre Perú y México – La Misión de Corpancho – Archivo histórico diplomático Mexicano – Secretaría de Relaciones Exteriores – México, 1923

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