ALMIRANTE ABEL BERGASSE DU PETIT THOUARS
23 de marzo de 1832, nació el Almirante Abel-Nicolas-Georges-Henri
Bergasse du Petit-Thouars, en Bordeaux, Francia, quién fue comandante en jefe
de la escuadra francesa observadora de la guerra del Pacífico.
La escuadra francesa estaba en el Callao al mando del
contralmirante Abel Bergasse du Petit Thouars en enero de 1881, cuando era
inminente la entrada del ejército chileno en Lima.
Los diplomáticos se reunieron colegiadamente en Lima con los
comandantes en jefe de las escuadras neutrales observadoras de la guerra del
Pacífico, con el temor que durante la ocupación se atacasen las legaciones;
tenían noticias sobre la destrucción de otras ciudades durante las batallas y
en especial del saqueo e incendio de Chorrillos, en el que se asesinó a civiles
inocentes.
Durante la reunión acordaron autorizar a los buques de
guerra de sus respectivas armadas que frenaran tales desmanes. La escuadra
neutral compuesta por naves italianas (fragata Garibaldi al mando del almirante
Sabrano), inglesas (HMS Triumph, al mando del almirante Sterling) y francesas
(corbeta blindada Victoriéuse al mando de Abel Bergasse du Petit Thouars),
acordaron, según palabras de Sterling acerca del ejército chileno: «cuando
entraran a Lima... si ellos atacaban a las legaciones, los civiles o a los
neutrales en general, él habría de capturar y hundir la flota».
Para la historiografía peruana, Petit Thouars se dirigió al
comandante en jefe de las fuerzas de ocupación chilenas, general Manuel
Baquedano González y comodoro Galvarino Riveros Cárdenas, advirtiéndoles que
deberían controlar a sus tropas y evitar nuevos desmanes como en Chorrillos,
Barranco y Miraflores de los días 13, 14 y 15 de enero de 1881; en caso
contrario, se vería obligado a usar la potencia de fuego de la escuadra neutral
surta en el Callao y echar a pique a las naves de la escuadra chilena (se cree
que Baquedano, ante la advertencia de no dañar a la ciudad, afirmó: «No podré
contener a mis leones», ante lo cual Du Petit Thouars repuso: «Entonces yo no
podré contener a mis cañones»).
A él se debe, lo mismo que a sus recordados acompañantes, la
salvación de Lima. Es por tal motivo que el 15 de enero de 1882, un grupo de señoras,
entre las que se encontraba lo más representativo de la sociedad peruana, le
dirigió una carta de agradecimiento por su comportamiento del año anterior. La
carta decía:
" Las señoras que suscribimos tenemos el honor de presentaros
este modesto pero elocuente testimonio de nuestro vivo reconocimiento por
vuestros nobilísimos esfuerzos, mediante los cuales librásteis a esta ciudad de
la saña de nuestros enemigos ".
"A vuestra enérgica iniciativa, poderosamente
secundada por el Sr. Contralmirante F.H. Sterling, jefe de la estación naval de
S.M.B. en estos mares y por los demás representantes de las fuerzas marítimas
neutrales surtas en nuestras aguas, y a la activa cooperación del cuerpo
diplomático residente en esta capital, se debe que nuestra querida Lima no sea
hoy un montón de escombros, anegados en nuestra sangre, en la de nuestros
padres, esposos e hijos".
"Deseamos guardéis este álbum que contiene nuestras
firmas, como una débil ofrenda de nuestra gratitud al humano y valiente marino
francés que ha sabido continuar las caballerescas y cristianas tradiciones de
su noble patria".
Al mes siguiente, con fecha 21, Petit Thouars contestó desde
Toulon, en los
siguientes términos:
"Señoras: El honorable representante del Perú en
Francia me ha enviado un álbum cubierto de vuestras firmas, así como de la
dedicatoria que lo acompaña y yo me encuentro profundamente conmovido con el
testimonio de un recuerdo tan precioso y tan honroso para mí. ¿Qué he hecho yo
para merecerlo, cuando mi conducta como marino francés estaba trazada por
acontecimientos tan dolorosos?
"Pero no os habéis engañado, señoras, creyendo que
mi pensamiento no ha dejado a Lima cubierta de, duelo, pues yo vivo de corazón
en medio de vosotras y no ceso de asociarme íntimamente a vuestros
sufrimientos, como todo lo que pueda dulcificarlos.
"Dignáos, señoras, aceptar mi agradecimiento por
este don precioso que será conservado como un título de nobleza por mi familia,
y estad seguras que, de lejos como de cerca, no ceso de dirigir los votos más
ardientes por la paz y prosperidad del Perú. Vuestro humilde y obsecuente
servidor, Bergasse Du Petit Thouars ".
En su nave, la Victorieuse, fondeó en Valparaíso el 22 de
diciembre de 1880, procedente de las islas Marquesas, y poco después estuvo a
punto de levar anclas con dirección a su país, mas decidió tomar rumbo al Callao,
donde había estado el año anterior; llegó esta vez el 7 de enero de 1881. El
almirante vinculado por lazos de cordial amistad a la madre Hermasia Payet,
Superiora de los Sagrados Corazones, quien había influido en él para su retorno
al Perú, es recordado gratamente en nuestro país.
En Francia recibió siempre las más altas consideraciones y
reconocimiento profesional. Fue ascendido a Vicealmirante el 31 de diciembre de
1883 y en 1888 fue nombrado Comandante General de la Escuadra de Evoluciones.
Falleció el 14 de mayo de 1890, en la ciudad de Tolón.
En su recuerdo, una
de las vías más importantes de la ciudad lleva su nombre, en donde se inauguró
un monumento a su memoria en 1924.
(Juan Carlos Saldaña Salmón)
Fuente:
-
La Gesta de Lima – Comisión Permanente de
Historia del Ejército del Perú -1881
-
Internet
Imagen: Archivo Courret – Biblioteca Nacional del Perú
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